Lo visto anoche en el estadio Miguel Grau del Callao sin duda merece una enérgica protesta. No puede ser que gruesos errores arbitrales hayan definido un partido, y como siempre, en contra del Deportivo Municipal.
Sabemos que ser árbitro no es una labor simple, pero el penal que el juez Luis Seminario obsequió al cuadro local es imperdonable, e inclusive, al observar la repetición televisiva, el propio narrador de CMD –que no es Óscar del Portal- que tenía una camiseta rosada puesta, reconoce que la pena máxima no existió.
Esa jugada marcó el devenir del encuentro. Asimismo, los locales marcan su primer gol porque el de amarillo no cobró una falta contra Zurita, que de manera previa en una similar, sacó tarjeta amarilla a un edil.
Y posterior al penal obsequiado, el juez de línea cobra un fuera de juego de Dávila inexistente, esa jugada era el empate. Algunas jugadas que, sin duda, incidieron directamente en el resultado.
Pero, también tenemos que hablar de los nuestros, ese primer gol del brasileño Leandro, fue similar al que nos marcó en el partido de presentación del Boys a comienzos de año. No puede aceptarse que, sabiendo como juega dicho player, repitiera la misma historia.
Sabemos de nuestras limitaciones, pero reconocemos el alma y pundonor puestos anoche en la cancha por los jugadores ediles. Por eso, nuestro aplauso…