Abril del 2002 la Academia enfrentó al Aviación. Foto: www.labandadelbasurero.com

Abril del 2002 la Academia enfrentó al Aviación. Foto: www.labandadelbasurero.com

Este artículo fue publicado el 21 de abril de 2002 en el Diario El Comercio. El autor fue Luis Carrillo Pinto, más conocido como “El Brigadita”, y lo escribió cuando se encontraba en Buenos Aires y trabajaba como periodista del Diario Marca de España.

Viejo amigo de la tribuna, el “Briga” hoy es un conocido conductor de un programa deportivo de televisión…

Quiero confesarles que he hecho de la habitación en mi departamento en el barrio de Belgrano una filial de la «Banda del Basurero».

Por cábala o por esta locura que significa ser hincha del Muni, dormí con mi camiseta edil, marca Match, y más allá de la picazón que me genera tenerla puesta horas y horas, no pude siquiera sacármela un ratito, no pude, porque me di cuenta que llevo la camiseta en la piel.

Sobre mi cama he colocado un par de toallas rojas, imaginando que son las banderas que caen sobre la tribuna, la foto de la hinchada tiene un lugar privilegiado y el monitor de mi computadora portátil es el campo de juego.

He leído todos los diarios que hablaron sobre el debut contra el Aviación y a través de los parlantes escucho una voz que me narra todo lo que está sucediendo, porque puedo escuchar la transmisión radial a través de Internet, y sentir los gritos de la hinchada y la voz de los jugadores y me siento tan cerca.

Cierro los ojos y mi imaginación me traslada a la Cancha de los Muertos. Cierro los ojos e imagino que estoy saludando al equipo que atrapó mi corazón apasionadamente desde muy pequeño: el Club Deportivo Municipal.

Me separan miles de kilómetros de aquella tribuna de Oriente en Chorrillos, pero no me siento lejos porque el Muni, es un sentimiento que se lleva en el corazón, que no entiende de distancias, ni de límites ni de razones. Me emociona saber que la «Banda del Basurero» ha hecho de Chorrillos un carnaval.

Con las uñas en los dientes, con el corazón en la boca porque jugamos con dos futbolistas menos gran parte del partido, te aliento desde tan lejos. Y mis cánticos atravesaron el continente, pasaron por montañas, ríos, la Vía Expresa y el túnel de la Herradura, no pagaron entrada, y se escuchó en Chorrillos un grito que vino desde lejos, empujado por el viento, que decía: «!Ohhhhh vaaaamoooos la acadeeeeé»! Y sé que mi aliento lo escucharon los jugadores de la Academia, porque pudimos aguantar un partido agónico y logramos un empate que tuvo sabor a triunfo.

Y así iniciamos el camino del retorno a la Primera División. Al menos, eso fue lo que me dijo mi imaginación o lo que me indica el corazón.

Luis Carrillo Pinto

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