Realmente no sabemos qué pensar. Ayer se anunciaba que el exjugador edil Richard Garrido sería el sucesor de Tito Chumpitaz y el encargado de revertir esta pésima campaña con dos partidos ganados en cancha y uno en mesa. Sin embargo, horas después, nos damos con un portazo en la cara: Garrido no puede ser entrenador del Muni porque está impedido por las bases del torneo.
Nosotros conocemos a los integrantes de la Junta Directiva, son nuestros amigos o por lo menos así lo consideramos, y eso nos obliga a formular algunos comentarios para evitar que ellos, y sobre todo, el club realice este tipo de papelones de nombrar a un entrenador sin saber que está impedido por las bases.
En ese sentido, resulta inaceptable que habiendo transcurrido siete meses, quienes nos representan desconozcan algo básico como las reglas con las que el club viene jugando. ¿Cómo no se dieron cuenta que Garrido no podía ser entrenador?
En los últimos días, los integrantes de la Comisión de Fútbol han sostenido una serie de reuniones con diversos postulantes al cargo de director técnico, y esperamos que tomen la decisión adecuada. Los dirigentes, en estos momentos, deben dejar de ser hinchas y tomar las decisiones con cabeza fría, traer al mejor, al que tiene mayor proyección y pueda convertir a este grupo de 11 jugadores en un equipo.
Por lo visto a la fecha y los resultados obtenidos nos estamos yendo a la baja, pero aun tenemos tiempo para adoptar medidas y encontrar el rumbo. Y si nos toca nuevamente irnos al descenso, hagámoslo peleando en la cancha como un equipo que juega bien o que lucha –como ese cuadro juvenil de 2007 que dio la cara ante la traición del primer equipo-, pero no como hasta ahora.
Señores dirigentes es momento de reflexionar, de enrumbar el camino, de serenarse, y si se tienen que comer un sapo, tendrán que hacerlo, eso significa ser dirigente. Opten por el mejor, un pueblo espera mucho de ustedes…
Félix Paz
www.loslocosdesiempre.com / Compras